Un año después (RCTV, TVes y la televisión venezolana)

Hace un año exactamente los venezolanos nos despertamos con un mal sabor de boca al presenciar la salida del aire de Radio Caracas Televisión, tomando su lugar eso que llaman TVes, un canal que fue concebido como de servicio público.

De mas esta decir que RCTV tiene toda mi solidaridad y mi apoyo.

Sin embargo, toda esta coyuntura “mediática” –palabrita que ha hecho famosa el gobierno por ser la culpable de todos sus males- nos debe llevar a la reflexión sobre la televisión que queremos y que nos merecemos.

Y ojo, no estoy justificando para nada la salida del aire de RCTV, por el contrario me parece un completo abuso de poder y muestra de las tendencias autoritarias del Yo Supremo.

Simplemente que debemos revisar cuál es la televisión que se está haciendo, si de verdad hay televisión de calidad, si hay buenos programas, si se cumple aquello de “informar, entretener y educar”. Todo esto en base a varios puntos:

En primer lugar confieso que antes de que saliera del aire RCTV lo veía poco, cuando tienes cable y te das cuenta del crisol de estaciones con una buena programación miras a los canales nacionales con lástima pensando hasta cuando veremos programación “sube cerro” que muchas veces es igual a vacía y ordinaria y por qué no hacemos subir contenido de calidad.

Aunque creo que ejemplos como “Quién quiere ser millonario” ayudaban a dignificar la TV nacional.

Esto me lleva a la siguiente reflexión: Si el canal 2 no le “renovaron la concesión” porque no ofrecía contenidos de calidad y además por golpista… ¿Por qué no sacaron del aire a Venevisión que es mucho mas niche? ¿O es que Sábado Sensacional y El gran navegante son programas dignos de ser transmitidos por la BBC?.

El otro punto es si el gobierno está empeñado en mostrarnos cómo se hace verdadera televisión ¿Por qué TVes no despega?.

Simple, porque la gente no quiere televisión gobiernera donde todo el día se alabe al Yo Supremo, donde se muestre un país virtual lleno de alegría, fantasía y color cuando la realidad es mas dura al salir a la calle, al mercado y al banco; porque el hecho de dar preferencia a la producción nacional independiente –en teoría es una gran idea- no significa que cualquier pendejo deba tener un programa de televisión y, porque TVes nació con un defecto imborrable: nació ladrón al usurpar los equipos y el canal que le corresponde a RCTV.

Hoy, un año después, Radio Caracas es el canal mas visto por cable, TVes y todos los canales del gobierno no dan pie con bola –me permito hacer la salvedad con Vive TV que si no fuese tan gobiernera fuese sendo canal-, Venevisión sigue siendo su televisión chaborra y un ramillete de canales que se venden como “equilibrados” y que al menor movimiento se les ve la costura.

Cuando pase el temblor y cuando RCTV tenga su señal y sus equipos de vuelta tendrán una oportunidad de oro para replantear la televisión venezolana como lo hicieron a ratos en 53 años de transmisiones.

El apamate


Salí del Metro rumbo a mi casa, estuve todo el día en la calle haciendo unas vueltas burocráticas.

El calor se había apoderado de mi, la bulla de los carros era infernal, los buhoneros y su ciudad dentro de la ciudad me ponían de mal humor y para rematar no había comido nada en el día.

Cuando parecía que todo estaba en mi contra, llegando a mi casa la naturaleza se encargó de regalarme unos instantes de felicidad.

El frente de mi casa estaba cubierto de flores de apamate del árbol que tenemos en la acera, una alfombra -rosada en este caso- me llevaba hasta la puerta de mi casa haciéndome sentir como toda una celebridad de Hollywood. Sin soltar palabra el árbol me dio la bienvenida a mi templo, a mi refugio, a mi hogar.

La imagen era tan hermosa que me paré sobre el lecho de flores y me quedé contemplándolo por unos minutos, juro que lo que estaba alrededor lo hice desaparecer.

Luego de presenciar el regalo del viejo árbol, entré con la mejor de las sonrisas y dejando las malas vibras al lado de las bolsas de basura.

Mi campaña admirable - De Caracas a Bogotá (IV y ultima)

Debido a que esta parte de Colombia no la conocía, no quería perderme ni un solo detalle del paisaje, saber cómo es la carretera, ver los pueblitos, los caseríos y las ciudades. Debía aprovechar que era de día y que el sol permite contemplar estos detalles.

Pasando Pamplona (un bonito pueblo estudiantil) empieza la parte difícil del camino por cuanto se empieza a subir hacia el páramo y la carretera serpentea mucho. De hecho hay que estar pilas porque te puedes marear de tantas curvas.

Esta cantidad de curvas hace que toda la basura que esta en el piso del autobús se vaya rodando por todos lados y se deposite en un lugar en específico, ésta vez fue en los primeros asientos del autobús (donde estábamos sentados mi compinches y yo). Fue así que me encontré botellas de refresco, bolsitas de chucherías, papel toilet, servilletas y un regalito que si no es por la amable señora que me advierte le hubiese puesto el pie encima: una bolsa con orine adentro!!!

El recontraco****mo de tu madre!!! Cochinos de M***da!!!

La señora y yo nos mirábamos a ver quién recogía el presente pero yo le hice entender que ni de vaina tocaba eso.

No fue sino hasta el autobús se detuvo por un buen tiempo a eso de las 10 de la mañana -debido a que por esa zona están haciéndole reparaciones a la vía y el trafico se corta-, el chofer abre la puerta del pasillo y se da cuenta del regalito que nos dejaron. El tipo después de mentar madre agarro la bolsa por una punta y lo echo al monte.

-Éste tipo es un varón, -pensé.

Por demás aproveché la parada para bajarme, fumar un cigarro, estirar las piernas, hablar guevonadas y sentir que en este tramo ya empieza a pegar el frío.

Abren el paso en la carretera y nos toca montarnos en el bus.


Departamento de Santander.

La bienvenida a éste departamento te la da el páramo, los sembradíos de cebollín y las vacas. Para el mediodía el hambre empieza a apretar y nos paramos a la entrada de un bonito pueblo llamado Berlín en un paradero andino-style bien simpático para almorzar.

Pocas mesas en el restaurante para cuatro autobuses con sus pasajeros que llegaron al mismo tiempo nos obligan a compartir las mesas con otras personas, mi mesa me toca compartirla con una pareja joven (no se si eran novios o hermanos) bien simpáticos y jodedores que venían de Armenia.

Me decido por un cochino frito y su correspondientes contornos mas una sopita que no estaba mal (o es que con hambre hasta las piedras saben a gloria) y nos pusimos a chalequear los muchachos y yo porque no me trajeron la bebida y casi armo una tragedia griega (de mano en la frente y tumbado a suelo como Las Troyanas) porque me estaba tarugando con la comida.

Lo mas gracioso fue que me decidí para beber una aguapanela caliente, y después que la probé quede con el chip dañado por cuanto he estado acostumbrado a tomar papelón frío para refrescarme, así que quede como medio confundido.

Termino el almuerzo, me despido de mis nuevos amigos armenios, me fume el cigarrito de sobremesa y continuamos la ruta.

Al cabo de una hora y media los conductores asumo que se quedaron sin películas que poner en el DVD y han colocado un documental sobre la prostitución en España. Si estuviera en mi casa en plan de culturoso no le hubiese parado bolas al film, el problema es que faltaba poco para que fuese muy explicito y precisamente en éste autobús iban viajando muchos niños, así como señoras.

A pesar que tenia el Ipod puesto alcancé a escuchar historias de niñas bien que se metían a dama de compañía por plata y que terminaban siendo ninfómanas y las confesiones de una puta africana que vivía en Madrid: “a mi lo que me gusta es llevarme la polla a la boca”

Que qué?????????????????????

Lo único que vi fue la señora que viajaba a mi lado decirle al chofer “señor, hágame el favor de quitar eso que esta muy pornográfico” y el pobre hombre no le quedó mas remedio que apagar el DVD en el acto.

En eso estábamos llegando a Bucaramanga me agrado mucho lo bonita que es, muy amplia, muy ordenada y muy limpia. Tiene un aire como a Valencia con algo de Maracay.

Pasado la capital de Santander como a una hora me encontré con uno de los paisajes más hermosos que haya visto en mi vida: El cañón de Chicamocha que es atravesado por un pequeño río. Como la entrada al cañón es por abajo no te parece mas allá de un pequeño río insignificante, a medida que la carretera va subiendo la montaña se te va ampliando el paisaje y ves la magnitud del cañón, acompañado de ese sol de 3 o 4 de la tarde que empieza a caer y le da otros colores a la tierra.

Aquí menté madre por no tener una cámara en la mano.

Y como para rematar el grado de éxtasis en el que estaba, los choferes recogen los típicos vendedores de carretera y uno de ellos vendía mi golosina colombiana favorita: El chocoramo.

Oh dios, ¿que mas puedo pedir? Gracias por regalarme esta vista y hacerme llegar esta delicia a mi paladar.

Ya entrada la noche vuelve a pegar el hambre, yo estaba medio dormido sin música porque el Ipod ya se le había acabado la batería y no tenía mas nada que hacer. Así que el autobús hace la última parada antes de llegar a Bogotá en un pueblito llamado Vado Real.

No me provoca hartar mucho y me decido por un pastelito dulce que estaba mas viejo que el carajo, luego en una tiendita de dulces que quedaba en el paradero le pregunto a la señora que atendía:

-Señora ¿Cómo se llama esto?

-Vado Real, mijo.

-Mmm ¿Y esto es Boyacá?

-No, esto es Departamento de Santander.

¿Qué??????? ¿Todavía Santander? Esta vaina es gigante, tengo todo el día rodando y no salgo de Santander, esto es un agujero negro que no me deja salir.

-Bogotá esta como a 4 horas –me explica el hijo de la señora.

Bueno, ni modo, con la paciencia de las piedras.

Termina el tiempo de descanso y nos disponemos a rodar las últimas 4 horas antes de llegar a mi destino, por un lado me da alivio que falte poco después de tanto rodar pero la vez mientras mas cerca estas de tu llegada mas te desesperas.

A eso de las 10:30 de la noche llegamos a Tunja, Boyacá donde se bajaban mis compinches: la señora con su nieta, como despedida me regalan una botella de agua que les sobró y unas galletas. Luego de la despedida, recogen sus maletas y me siento en sus asientos (que estaba en el lado izquierdo) para cambiar la postura del cuello que me dolía de tanto voltear a la derecha hacia la ventana de mi puesto.

Arrancamos de nuevo en la recta final de mi viaje.

Cuando menos me di cuenta observo por la ventana que estábamos en una autopista que me parecía el eje Zipaquirá – Chía y efectivamente lo era y en un momentito ya estábamos entrando por la autopista Norte de Bogotá.

Dios! Eres grande! Al fin llegué sano y salvo aunque con sueño, cansado y con un tufo a humano.

A las 12:30 de la madrugada me baje en el Terminal, saque como pude las cajas que traía de Caracas y con la misma me monte en el taxi directo a mi casa.

En el edificio me esperaba mi roomate y los vecinos a quienes había advertido que llegaba en la tarde y desde entonces estaban aguardando para ayudarme.

Después de saludar y tomarme una birra de bienvenida, no aguanté y me fui a dormir.


PD: En vista que me tardé mucho para escribir esta narración, les comento que en los casi dos meses que han pasado desde que regrese a Bogotá he hecho el mismo recorrido 3 veces mas con la diferencia que lo hago conociendo mas la vía y realizando el viaje por partes.

Ya soy un baquiano atravesando la frontera por tierra ;)

Off the record...

"buh buhh

Los cruceños me quieren dar un golpe, los cruceños me tienen rabia.

Ya la cagó mijo, ahora apriete como un varoncito"

El hijo pródigo...

...vuelve a casa

Pues si, vuelvo a Caracas a ocuparme por algunos meses de la producciòn de un disco de un proyectico musical bien chévere al que le tengo mucha fé y del que pronto les contaré.

Pero a mis amigos y fanáticos en Colombia no se aflijan, nos seguiremos viendo en el Soul Heaven y en lo que se ha convertido la fiesta mas cool de toda Bogotá: la Suite.

Así que los que quieran hacerme fiesta de bienvenida con novillo cebado como al hijo pródigo, son bienvenidos.


PD: A diferencia de la parábola, yo no me gasto la plata en prostitutas...

Me las gasto en amiguitas JAJAJAJAJA

El soundtrack de mi vida (II)

En un post anterior expliqué el fenómeno paranormal de la banda sonora de mi vida.

Así que para continuar les presento esta cabilla -Tigre Rafael dixit- del Maestro Willie Colón e Ismael Miranda.

(mmm el soundtrack de mi vida es mas bien tirando a salsero ¿no?)


No me digan que es muy tarde

No me digan que es muy tarde ya
para hallar otro querer
que me quiera siempre más y más
y yo poder corresponder.
El tiempo decidirá
si hay verdad en mi cariño
busco la felicidad
con mi corazón de niño.
El amor en mi pasado por no haberlo comprendido
muchas veces me olvido.
Ya no es así, ahora hay luz del universo
vivo feliz, la vida me da los versos
que son mi sentir, Y son para ti.

No me digan que es muy tarde ya
para hallar otro querer
que me quiera siempre más y más
y yo poder corresponder.
Los sueños me hacen cantar
alivian el descontento
esta es mi felicidad
traen amor los cuatro vientos.
El amor en mi pasado
por no haberlo comprendido
Muchas veces me olvido.
Ya no es así,mi familia ya es muy grande
vivo feliz, por la calle va una parte
otra lejos de aquí, a nadie he perdido.

Coro:
No me digan que es muy tarde ya.
Ay! para hallar otro querer.
Para hallar otro cariño que me mime como un niño y yo poder corresponder, corresponder.
Nunca es tarde en el juego de la vida por eso sigo pa’ lante pa’ lante mama.
Ay mira cosa buena que yo sufro Y eso a mi me hace llorar.
Yo necesito un cariño que me sepa comprender y su amor me quiera dar.
No, no, no, no, no me lo digas no me lo digas, no me lo digas mama.
ay no valdremos los de alante si los de atrás corren más, mira camará

Coro:
No me digan que es muy tarde ya.
Buscando una niche bonita me hace falta carretera tengo que darle al pedal.
No hay tiempo para tristezas pues hoy estoy decidido, y busco felicidad.
No daré la espalda al amor, jamás seré vencido te lo digo cámara.
Confine lo dichoso, pues aprendí la lección y tu va a ver, y tu va a ver, tu verás.
Llegas a tiempo en el ocaso de mi vida triste.
Yo estoy buscando una nena como tu que me quiera, no me vayas, no me vayas a fallar.

En el juego de la vida todos pierden y yo no, porque yo quiero ganar.
Yo ya arregle mi cabeza, y sufrir no me interesa yo quiero tranquilidad.
Llegue a tiempo, no me digas que es muy tarde, si no me quieres y anda dime la verdad.
Ando buscando un cariño que sea para mí nada mas, y lo voy a encontrar, lo voy a encontrar.
Estoy contento, conseguí lo que quería, viste.