El reencuentro

Tan solo cuadramos en un momento y nos vimos para no esperar mucho, llegamos al sitio y nos dimos el abrazo más efusivo que haya existido.

Pedimos un café cada uno y a medida que se iba pasando la noche nos poníamos al tanto de lo que había sucedido en estos 10 meses: el trabajo, la familia, la música, etc.

De repente y porque se dio de manera natural nos tomamos de la mano y nos acercamos. Había una energía increíble que nos sumergía en un idilio mágico, en eso y porque lo deseábamos nos dimos el beso mas hermoso que pude haber sentido.

Estaba tan feliz y tenia tal emoción y tal nivel de endorfinas en el cuerpo que me desperté y me di cuenta que la mitad de este sueño no iba a ser posible.

Así después de lamentarme, volví a dormirme.

3 comentarios:

Kikyta dijo...

Algunas veces es mejor despertar, aunque duela!

Nany dijo...

Definitivamente, el salao!
jejejejeje
Besos.

Ira dijo...

Ooouchh... es aqui donde uno usa ese cliché tan popular de "a todos nos pasa", pero es asi...
Y ciertamente lo mejor es despertar, aunque eso tambien es lo mas dificil