Aldemaro en el Aula Magna


Gracias a la cortesía de la gente de Sela y 7 palos tuve la oportunidad de asistir al homenaje que se le hizo al Maestro Aldemaro Romero en el Aula Magna de la UCV el pasado domingo 28 a propósito de cumplirse en éste mes un año de su sensible desaparición física, Organizado por la recién creada Fundación Aldemaro Romero.


Aunque llegue tarde –aproximadamente 45 minutos después de comenzado el espectáculo- pude apreciar el homenaje que fue dividido en dos partes: el repertorio académico y el popular, cuando entré a la sala estaba interpretando la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho la pieza La danza del payaso que confieso nunca la había escuchado.


Seguidamente Huascar Barradas en su flauta junto a Elvis Martínez en el contrabajo y Omar Jeanton en la batería interpretaron Tema de amor, aporte de Aldemaro para la banda sonora de la película Epopeya de Bolívar. Mientras escuchaba la pieza me convencí de aquella frase que dice “menos es más”.


Con solo 3 instrumentos todo el mundo se estremeció con Tema de amor en clave balada jazz, a veces no necesitas de gran despliegue moverle la fibra al publico ¿de eso se trata, no?.


Seguidamente sucedió lo mismo cuando el Ensamble Gurrufío se montó a escenario para deleitarnos con el clásico Quinta Arauco, simplemente priceless…

Vino la hora del intermedio y yo con la sensación de que esto se iba a poner más bueno aun.


Ah, se me olvidaba que antes a través de las pantallas nos colocaron como una especie de trabajo audiovisual con fotos y música del Maestro. Otro momento priceless fue cuando colocaron una foto donde sale Aldemaro junto a Louis Armstrong, toda la sala murmuró algo como “wow, que bolas!!”.


Empieza la segunda parte del concierto y junto al trío base conformado por Pedrito López en el piano, Omar Jeanton en la batería y Mark Brown en el bajo Linda Briceño y Diego Rojas cantan a dúo Me queda el consuelo en clave de Soul jazz que resultó bien emotiva.


A continuación Sela y 7 palos con un mix entre No tengo a nadie y Retrato de un hombre solo en el sonido característico de 7 palos, excelente por demás.


Uno de los momentos cumbres fue el de Cheo Hurtado junto a Alfredo Naranjo, ambos nos deleitaron en primer lugar con Ésta noche me voy a emborrachar con mi mujer, un buen bolerito de letra picara y romántica además y seguidamente uno de mis temas favoritos Carretera (y creo que el de media sala porque apenas sonó los primeros compases de la melodía se oyó un ahhhhhhhhh).


Carlos Moreán también participó en el homenaje cantando Lady Burnett, solo una recomendación don Carlos: cante un poco mas duro y seguidamente Luz Marina nos ofreció con su voz de femme fatal Poco a poco, que la verdad quedó bien.


El momento freak de la noche estuvo a cargo del Video clip de Maria Rivas cantando Hablaré catalán, y digo freak porque si vas a hacer un video donde la letra habla de aprender el idioma de Cataluña y de la Catedral de Gaudi, lo más lógico es que grabes los exteriores en Barcelona por ejemplo, no en un templo budista.


A continuación vuelve para tocar junto al trío base la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho bajo la dirección de Rodolfo Saglimbeni y nos deleitan con Dama antañona, tema folclórico que Romero incluyó en su archiconocido disco Dinner in Caracas.


María Rivas ahora convertida en cuerpo y alma nos regaló Quien para dar paso a la mejor cantante que acompaño al Maestro en su discografía: Maria Teresa Chapín, ella nos regaló un tema que compusieron Pedrito López y Graterolacho especialmente para la velada y que se llamó Canción para Aldemaro (interpretada dos veces por aclamación).


El catire y Así eres tu fueron las piezas que siguieron en la intervención de Maria Teresa y después de múltiples peticiones de parte del público cantó la bellísima De repente junto a todas las cantantes que habían participado en la gala (también cantada dos veces por ovación).


Así concluyó un gran homenaje a un gran venezolano y no contentos con dejarnos esa sonrisita en la cara por tan buena música nos regalan a la salida un chocolatico con una caricatura del Maestro en su envoltura.


Aldemaro Romero y su música pertenecen a esa Venezuela que no debemos dejar morir. Ese país moderno, culto, cosmopolita del que tanta gente se enamoró en los 60 y 70.


¡Que viva el mas universal de los músicos venezolanos!



PD: Dispénsenme por no mencionar los otros invitados internacionales que tuvo el espectáculo: Meter Soave, Nando de Luca y Roberto Salvalaio, la omisión en el relato fue porque se presentaron antes de que yo llegara al Aula Magna.

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